Esta palmera erguida y fiel guardián de todos los eventos que ha protegido durante su larga estancia, el baño de la Santa Cruz, le llego el fin como a todo ser viviente. La palmera tenia una altura aproximada de unos veinte metros, estaba en el recinto donde se introduce todos los años el "Lignun Crucis" en Ulea, una enfermedad en la base de la palmera, analizada por expertos aconsejaron al Sr Alcalde D. VÃctor López, la demolición de la misma ya que las raÃces y el tronco de la base no aseguraban su continuidad. Ante el peligro que ofrecÃa dicha palmera su alcalde procedió a su demolición, siendo muy emocionante su derribo, porque algo se pierde en el alma cuando una palmera que ha permanecido tanto tiempo, nos abandona y se va.